Cómo el ejercicio podría revertir la diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 afecta a millones de personas en todo el mundo. Se estima que en los próximos 20 años, la incidencia general de diabetes puede duplicarse o incluso triplicarse. Si bien parece haber mucha investigación actualmente realizada en el campo de la diabetes, el mejor tratamiento que todavía está disponible es la dieta y el ejercicio.
Actualmente, la American Heart Association recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada para mantenerse saludable. Sin embargo, cuando se trata de controlar la diabetes, es probable que se requiera más ejercicio.
La definición de ejercicio aeróbico de intensidad moderada es aquella en la que la persona que realiza el ejercicio se siente sin aliento y no puede hablar cómodamente en una oración completa. Algunos ejemplos de ejercicios aeróbicos de intensidad moderada incluyen trotar, caminar rápido, nadar y andar en bicicleta. Cualquier actividad deportiva como tenis o bádminton también se incluye en esta categoría.
Entonces, ¿cómo puede el ejercicio revertir la diabetes tipo 2?
Hay una serie de mecanismos diferentes que se han postulado. Aquí veremos brevemente cómo el ejercicio puede ayudar a mejorar el control del azúcar en la sangre y posiblemente incluso revertir la diabetes tipo 2.
El ejercicio mejora la sensibilidad a la insulina
Uno de los mecanismos subyacentes más comunes del desarrollo de la diabetes es la resistencia a la insulina. Esto se refiere a una resistencia de los tejidos del cuerpo a las acciones de la insulina. La insulina es una hormona liberada por el páncreas que es responsable de empujar la glucosa que se absorbe de los alimentos a las células para proporcionarles energía.
Si las células mismas se vuelven resistentes a la insulina, no pueden obtener la glucosa necesaria para que funcionen normalmente.
De los ensayos clínicos, ahora es evidente que el ejercicio aeróbico puede mejorar la sensibilidad a la insulina en personas que sufren de diabetes tipo 2. Si bien las recomendaciones hechas se refieren al ejercicio de intensidad moderada, se ha demostrado que incluso el ejercicio de intensidad leve puede tener algún efecto sobre el azúcar en la sangre.
Investigaciones adicionales han demostrado que una sola sesión de ejercicio aeróbico de intensidad moderada puede mejorar y aumentar la sensibilidad a la insulina por hasta 72 horas. Por lo tanto, es importante que todas las personas con diabetes hagan ejercicio todos los días para mantener este efecto positivo.
El ejercicio reduce la grasa corporal
Es bien sabido que el ejercicio regular puede ayudar a reducir la grasa alrededor del abdomen. Se ha demostrado que una grasa corporal baja mejora el control del azúcar en la sangre.
La obesidad es un problema común en la diabetes tipo 2. Si uno perdiera cantidades significativas de peso durante un período de tiempo, entonces el control del azúcar en la sangre puede ser mucho más fácil. De hecho, algunos pacientes que han hecho ejercicio regularmente y han perdido una buena cantidad de peso han podido revertir su diabetes por completo.
El ejercicio mejora la salud del corazón
Al mantener el corazón bombeando a un ritmo más rápido, el ejercicio puede fortalecer el músculo cardíaco y mejorar su eficiencia.
El ejercicio también ayuda a reducir los niveles de colesterol y permite un buen control de la presión arterial. Estos dos factores son importantes en la prevención de la enfermedad cardíaca, que es altamente prevalente en personas con diabetes.
El ejercicio permite un mejor control del azúcar en la sangre
La evidencia médica actual sugiere que las personas que realizan ejercicio regularmente pueden reducir sus niveles de glucosa en sangre en casi un 20%.
Cuando se combina con una mejor sensibilidad a la insulina, el ejercicio puede ayudar a las personas a hacerse cargo de sus niveles de azúcar en la sangre.
Conclusión
El ejercicio y el control de la diabetes van de la mano. Para aquellas personas que se toman en serio la reversión de su diabetes, el ejercicio puede desempeñar un papel importante para ayudarlos a alcanzar su objetivo.